La limpieza parece muy sencilla: usar un producto químico potente para garantizar que todas las superficies estén libres de la gran mayoría de patógenos y luzcan limpias. Sin embargo, no todos los limpiadores son iguales. La limpieza industrial requiere diversas fórmulas y niveles de pH para limpiar adecuadamente todas las áreas.
¿Por qué Utilizar Ácidos en la Limpieza?
Los ácidos, con un pH inferior a 7, generan condiciones poco favorables para numerosos microbios. La capacidad de un limpiador para evitar la contaminación depende en gran medida de su nivel de acidez. Los limpiadores ácidos pueden clasificarse desde suaves hasta muy fuertes, según los requerimientos específicos de la limpieza.
Ácidos Fuertes en la Limpieza
Existen varios ácidos fuertes que se emplean con frecuencia en la limpieza, cada uno con aplicaciones concretas:
- Ácido bromhídrico: Se utiliza en limpieza industrial, como fundente para limpiar metales antes de soldarlos. Además, en la industria alimentaria, ayuda a controlar bacterias y otros patógenos en las áreas de preparación de alimentos.
- Ácido clorhídrico: Es un limpiador ácido ideal para superficies de baño, incluyendo bañeras, lavabos, azulejos e inodoros.
- Ácido muriático: Resulta especialmente útil para eliminar manchas persistentes, óxido y moho en superficies como ladrillo, piedra natural y piscinas.
- Ácido nítrico: Destaca como excelente limpiador multiusos, siendo especialmente eficaz con equipos de limpieza a vapor.
- Ácido fosfórico: Es utilizado para eliminar depósitos minerales, suciedad y manchas de agua dura. Se emplea tanto como desengrasante como oxidante y es adecuado para limpiar azulejos, lechada, piedra natural, mampostería y hormigón. Es especialmente eficaz para eliminar neblina de lechada de cemento, depósitos de cal, óxido, agua dura y suciedad incrustada.
- Ácido sulfúrico: Se emplea con frecuencia en limpiadores de inodoros para destapar tuberías, disolver el óxido en superficies y eliminar manchas en ropa y vajilla. También es eficaz para descomponer residuos orgánicos como restos de comida, grasa y cabello.
Ácidos Débiles para Superficies Delicadas
Para la limpieza comercial de superficies más delicadas, se recurre a ácidos más débiles:
- Ácido fórmico: Es adecuado para eliminar la cal y las manchas de agua dura, y se utiliza en la limpieza de inodoros, hornos, estufas y como desatascador de desagües.
- Ácido fluorhídrico: Actúa como oxidante para eliminar óxido, quitar manchas y disolver silicatos en distintas superficies.
- Ácido oxálico: Aunque considerado un ácido débil, es más potente que la mayoría de los de su grupo. Se utiliza de forma similar a la lejía para lograr una limpieza profunda y es capaz de eliminar manchas y óxido de hormigón, metal, tela, cuero, madera, piedra, ladrillo y linóleo. En el lavado de prendas, como parte de un enjuague ácido, elimina óxido e incluso tinta.
Conocer los distintos tipos de ácido y sus utilidades nos ayuda a encontrar mejores y rápidas soluciones a todas aquellas superficies que, en muchas ocasiones, no sabemos cómo abordar. El uso incorrecto de un ácido demasiado fuerte puede provocar deterioros irreversibles o decoloraciones. Por eso, En SILO te aconsejamos leeer las etiquetas, identificar el material a tratar y elegir el producto adecuado según su composición y nivel de agresividad, siempre siguiendo las recomendaciones del fabricante y utilizando las medidas de protección necesarias.
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